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Ya se puede ver en el campo la nueva floración. La panícula empieza a formarse. Este tipo de tejidos consume una gran cantidad de agua y es imprescindible que tengan un nivel de hidratación adecuado para que la flor sea resistente y el cuaje sea bueno.

Por otra parte, en casos de baja hidratación, podremos apreciar como las hojas pierden la turgencia y se ponen lacias. Un síntoma de deshidratación fuerte es el peciolo (el rabito de la hoja) amarillento y retorcido. De continuar la baja humedad en el suelo se producirá un fuerte estrés, se caerá la hoja y el fruto recién cuajado no tendrá el alimento suficiente, aumentándose la caída.

Se recomiendo regar con mayor frecuencia para que no falte agua en estos momentos tan importantes en el ciclo fenológico.